CEEPI: retos emocionales de la educación a distancia
Los retos emocionales de la educación en casa en tiempos de la pandemia
- La mayor parte de los niños se adaptaron a las clases en línea, y al uso de plataformas educativas online.
- Sin embargo, algunos niños rechazaron estas modalidades de aprendizaje e incluso denotaron olvido de los aprendido, reticencia al hacer tareas o cerrazón para aprender.
- Lo anterior se puede deber a que los niños acusan trastornos emocionales debido al encierro, así como problemas de familia que se han agudizado por la cuarentena.
- CEEPI brinda consejos y tips para adaptarse a este tipo de educación, que posiblemente llegó para quedarse.
La mayoría de los niños que cursan la primaria se han adaptado de forma satisfactoria a los recursos que entrega la educación a distancia (Home School, clases en videoconferencias, la utilización de plataformas educativas en apps y sitios de Internet); no obstante, algunos de ellos acusaron cansancio, rechazo por este tipo de clases, e incluso denotaron olvido de lo aprendido en el colegio o presentar “cerrazón” para aprender nuevas cosas: “Sabemos que estar concentrado en una pantalla de computadora o tableta durante más de dos horas es cansado, y en el caso específico de los niños resulta monótono; es muy fácil que pierdan la atención en las clases en línea. Esto se complica con los cuadros de ansiedad que provoca el encierro por la pandemia, a lo cual se suma la exigencia de algunos padres para que sus hijos no bajen su rendimiento escolar”, sostuvo la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
A decir de la especialista, lo anterior también puede agravarse porque algunos papás también rechazan estos recursos educativos por considerarlos antipedagógicos o argumentan que las escuelas han desplegado dichas plataformas para justificar el pago de las colegiaturas: “En las mayoría de los casos los colegios están actuando de muy buena voluntad. También sabemos que la educación a distancia, cuando es dosificada, es una excelente herramienta de aprendizaje. Pero lo más importante es que entrega la posibilidad de que los niños socialicen con sus amigos y sus maestros. Esto es fundamental, justifica por completo esta modalidad educativa y incluso puede ser más importante que el aprovechamiento escolar”, sostuvo.
Por otro lado, la especialista sostuvo que es muy complicado que un niño pueda retener la información si está más de tres horas seguidas en una computadora o dispositivo inteligente: “es cansado, se estresan y la capacidad de retener se pierde. La recomendación es que las clases no deberían durar más de tres horas al día y con un intervalo de descanso de media hora para que los niños puedan relajarse”, apuntó.
CEEPI dio a conocer algunos puntos a tomar en cuenta en la educación a distancia y el Homeschooling:
- Es normal que olviden lo aprendido. Por el estrés o la ansiedad que produce el encierro e incluso por la exigencia de sus padres, los niños parecería que olvidaron cuestiones básicas que anteriormente ya habían aprendido. Sin exigencia lo más probable es que logren recordarlo. El olvido es pasajero.
- Estar conectado en una pantalla por horas cansa. Lo ideal es que los niños tomen cuando mucho tres horas diarias de clase seguida al día con intervalos de descanso, más si cursan primaria baja.
- Es más complicado poner atención ahora. La educación mediante video es más desgastante que la presencial. En clase tradicional los niños se distraen, juegan, observan a sus compañeros para poder recargarse. En el video no existe esa posibilidad por lo que el aburrimiento y el cansancio llega más rápido
- Los docentes tampoco estaban preparados. Es realista decir que todos estamos aprendiendo y los maestros han tenido que adaptarse a esas circunstancias. En este sentido vale la pena ser tolerante y comprensivo.
- Los problemas educativos se pueden agudizar. Si un niño ya presentaba problemas de aprendizaje en el colegio, es probable que se agudicen estos conflictos ahora en la casa debido al encierro.
- No hacerles la tarea a los niños. Muchas maestras refieren que mágicamente algunos niños que iban mal en su desempeño escolar, ahora son de 10. “A los niños se las hace un mal haciéndolos su trabajo. No fomentan la autonomía y la confianza en ellos mismos. Es mejor un 7 ganado por ellos mismos, que un 10 de papá o de mamá”, dijo Sotelo Arias.
Hay que tomar en cuenta que:
- No es elección, esta modalidad de clases es por la pandemia, pero tampoco hay que verlo como un castigo; es lo que hay.
- La educación a distancia vincula a los niños con amigos y eso es muy valioso.
- Los padres deben entender que no son maestros; deben reconocer sus límites.
- Darle oportunidad porque esta modalidad de aprendizaje probablemente llegó para quedarse por las complejidades de la epidemia. Lo mejor es adaptarse a ella y sacarle lo positivo.
- Hay colegios que verdaderamente están preocupados por la calidad de la educación a distancia y con certeza irán mejorando tanto sus recursos educativos como tecnológicos.
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SOBRE CEEPI
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